Alrededor de 6 mil habitantes participan en una movilización insólita
Comunidades campesinas no se dejan seducir por el dinero y ponderan su unidad
Con la participación de las treinta y dos comunidades que conforman el municipio de Zautla, este miércoles 21 de noviembre desde las primeras horas de la mañana un nutrido grupo de pobladores comenzaron a concentrase en el camino de Tlamanca a Contla, en el municipio de Zautla, en la Sierra Norte de Puebla.
Convocados
por las autoridades municipales, familias campesinas enteras dirigen sus pasos
hacia el vado que da entrada a la terracería que termina en las instalaciones
de la minera que en menos de dos meses ha abierto y desmontado el cerro para el
camino que lleva a distintas bocas de mina, con lo que infligen la ley, pues
aún no cuentan con el permiso de cambio de uso del suelo.
Y todo este despliegue
de energía para hacer ver a la empresa minera que el pueblo de Zautla, en absoluta
mayoría, ha decidido rechazar un proyecto que contempla una inversión, que según
el proyecto presentado a la SEMARNAT, representaría más de 4.5 millones de
dólares. Y si será negocio, pues en el mismo documento señala que espera
obtener utilidades netas de “$1,316,537.51 dólares por mes”.
Ante este escenario, en últimas
semanas se realizaron un sinnúmero de asambleas en todo el municipio para
llegar este miércoles 21 a la asamblea municipal con sendas actas comunitarias
que explícitamente apoyan a la comunidad de Tlamanca, al tiempo de rechazar el
proyecto minero.
Instalada la asamblea en el campo deportivo cada representante
fue dando su mensaje de apoyo al pueblo de Tlamanca para defender su derecho a
una vida buena y rechazar la depredación y contaminación de sus recursos con la
explotación de la mina La Lupe; de igual manera pidieron al Presidente
Municipal Ing. Víctor Manuel Iglecias, (así con “c”) que no firme la
autorización para cambiar el uso de suelo, a lo que expresó su voluntad para
defender este derecho del pueblo.
El evento fue presidido por el cabildo
municipal y contó con una meticulosa organización comunitaria, que lleva que la
jornada se realice sin sobresaltos aunque no exentos de tensiones que se
suceden cuando representantes y trabajadores de la empresa suben al templete y son
recibidos por chiflidos de desaprobación; momentos antes trabajadores del
ayuntamiento habían clausurado el acceso a la mina, enterrando pilares de acero
con una cadena a escasos 50 metros de la entrada a la mina.
Uno de los testimonios más conmovedores, fue el de una señora
que narró cómo la empresa minera ha afectado su terreno sin ninguna
autorización “soy solita pero defiendo lo que es mío, les pedí que se fueran
porque dañaron mi cultivo”.
La asamblea continuo con la
lectura y pronunciamiento de cada una de las comunidades y en su oportunidad
Feliciano Aguilar, del Centro de estudios para el Desarrollo Rural también
se sumó a este movimiento del pueblo y leyó parte de su posicionamiento, donde
se declara en contra de este tipo de empresas devastadoras y a favor de la paz
y la vida.
En su intervención el presidente municipal había sometido a la
consideración de la asamblea que se manifestara con respecto a dos solicitudes
que la empresa le había hecho: el cambio de uso de suelo y la utilización de
explosivos; en ambos casos, la respuesta fue un no retundo, con lo que se explícita
que la autoridad proceda a actuar de acuerdo a sus facultades, pues en
reiteradas ocasiones manifiesta su fidelidad al pueblo que lo puso como
gobernante.
También se contó con la participación de Germán Romero quien en
representación de la asociación civil Tetela Hacia al Futuro, felicitó a todos y
todas las participantes y al presidente municipal por la defensa que están
haciendo de su territorio y del futuro. Hizo mención de la unidad como condición
para detener a las empresas.
La reunión finalizó emplazando a
la empresa minera de salir de las instalaciones que ocupan en un plazo de 24
horas; luego de que su representante, quien dijo llamarse Martín Gómez, tratase
de falsear la información y le costara la recriminación del presidente
municipal al solicitarle que hablara con respeto y no tratara de confundir a la
asamblea; pues el representante aseguraba momentos antes que contaba con un
documento signado por el presidente municipal.
Lo que fue desmentido al dar
lectura del acta de una reunión de trabajo entre el cabildo, sus asesores y los
empresarios de JDC Minerales, que lo mas que decía era el compromiso de
trabajar por el municipio, pero era claro que no se trataba de un permiso para
el cambio de uso de suelo como aseguraba.
La tarde caía
cuando los últimos contingentes abandonaban la comunidad, en un capítulo más de
la resistencia de los pueblos rurales contra el despojo, que optan por la vida
ante la amenaza de la muerte con lo que se disfraza la industria extractiva y
su manto de contaminación.
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