Boletín de prensa
              Foro Migraciones
Durante la administración
                de Felipe Calderón se ha vivido una violencia sin
                precedente hacia la población migrante en tránsito por
                México y hacia las defensoras y defensores de derechos
                humanos.La corrupción,
                complicidad e impunidad han favorecido las violaciones
                atroces a los derechos humanos de la población migrante
                en tránsito por México.Las políticas migratorias
                restrictivas no resuelven el tema de la seguridad
                nacional, por el contrario, favorecen una mayor
                situación de vulnerabilidad, riesgos y/o incremento del
                número de muertes de la población migrante.
 En el marco de su 2a
              Asamblea Ordinaria 2012, el Foro Migraciones manifiesta su
              preocupación por el contexto sin precedente de violencia
              hacia las personas migrantes que transitan y residen en
              nuestro territorio (especificamente quienes se encuentran
              en situación indocumentada). Violencia favorecida por la
              corrupción, complicidad e impunidad que impera en el país.
              El gobierno señala y resalta la responsabilidad del crimen
              organizado en la violencia hacia la población migrante,
              ignorando que es el Estado el principal responsable de esa
              violencia por acción u omisión.
 Mayores controles y
              restricciones migratorias han orillado a que los flujos
              migratorios utilicen rutas más inseguras y violentas,
              donde en ocasiones no hay mínima infraestuctura de apoyo,
              la corrupción y colusión entre funcionarios de gobierno y
              organizaciones delictivas han convertido a la población
              migrante indocumentada en mercancía para el crimen
              organizado y sus múltiples actividades delincuenciales,
              las autoridades han propiciado acciones de discriminación
              y xenofobia entre la población mexicana, así como de
              hostigamiento y criminalización de defensoras y defensores
              de derechos humanos y a casas y albergues donde se brinda
              apoyo a esta población.
 Dicha política de control
              encontró su cúspide más violenta con la masacre de 72
              migrantes en San Fernando, Tamaulipas y el posterior
              hallazgo de 47 fosas clandestinas en el mismo lugar. Esta
              violencia no empezó en Tamaulipas, inició mucho antes y
              desafortunadamente persiste. México se ha convertido en un
              enorme cementerio de migrantes y el gobierno ha demostrado
              su incapacidad de garantizar atención, seguridad y
              justicia a las víctimas, sus familias y defensores.
 En el sexenio de Calderón la
              violencia y acoso contra las casas y albergues de
              migrantes, que brindan apoyo humanitario a lo largo de la
              ruta migratoria mexicana, sufrieron una persecución
              institucional y de algunos sectores de la población,
              obligándolos a realizar cierres definitivos o
              “reubicaciones” para poder continuar con la importante e
              invaluable labor de ayuda humanitaria que realizan.
 Misma situación sufrió el
              trabajo de los defensores y defensoras de derechos
              humanos, quienes tampoco contaron con el reconocimiento y
              seguridad que les permitiera seguir realizando la labor de
              defensa y promoción de los derechos de esta población,
              teniendo que trabajar bajo constantes amenazas de muerte y
              violencia. Se cuenta con un número amplio de registros de
              amenazas e intimidación en casas de migrantes y albergues
              en el interior de la República, incluso tienen
              recomendaciones de medidas cautelares por el Sistema
              Interamericano y la Comisión Nacional de Derechos Humanos
              de México, mismas que no han sido cumplidas a cabalidad
              por el gobierno.
 La administración de
              Calderón deja un saldo rojo respecto a la garantía y
              promoción de los derechos humanos de las personas
              migrantes en tránsito, lamentamos que no se hayan abierto
              espacios permanentes de interlocución con la sociedad
              civil que trabajamos directamente en este tema. Condenamos
              la simulación de diálogo con la que se intentó legitimar
              ante la opinión pública los procesos de elaboración de la
              Ley de Migración y su reglamento. 
 Dicha situación ha tenido
              como resultado que estos marcos, aunque representen un
              avance en el reconocimiento de los derechos de esta
              población migrante en general, como es la Ley de Migración
              y su Reglamento, en el fondo no signifiquen cambios
              sustantivos en la vida de las personas migrantes que se
              encuentran en tránsito o radicando en el país de manera
              indocumentada, por el contrario, esta población continua
              siendo tratada con un alto nivel de discrecionalidad,
              víctima de violencia generalizada, secuestros,
              desapariciones forzadas, reclutamiento por parte del
              crimen organizado, entre otras atrocidades, debido a que
              continúa ubicándose a la política de migración como un
              tema solamente relacionado con la seguridad nacional y no
              como un tema social y de desarrollo.
 Quedó pendiente la
              legislación sobre los mexicanos en el exterior. La
              política exterior del Presidente Calderón estuvo siempre
              encaminada a la consecución del objetivo principal de su
              administración: “seguridad nacional” y combate al
              narcotráfico. El gobierno no logró ninguna acción concreta
              para avanzar en la promoción de una reforma migratoria
              integral de protección y defensa de los derechos de los
              migrantes mexicanos en Estados Unidos. Actualmente se
              tienen problemas graves relacionados con: los crecientes
              retornos y/o deportación de migrantes mexicanos e
              implementación de programas que provocan la separación
              familiar y perdida de bienes, , deficientes programas de
              trabajadores temporales que favorecen la violación de los
              derechos laborales, ausencia de programas para la
              inserción social, laboral y cultural de mexicanos en
              EE.UU.
 Por estos motivos el Foro
              Migraciones solicita a la nueva administración de Enrique
              Peña Nieto, que atienda de manera urgente la agenda
              pendiente en torno al tema migratorio en los siguientes
              puntos:
Abrir un espacio de
                interlocución permanente con la sociedad civil para
                discutir temas relacionados al fenómeno migratorio.
 

 
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario