La
voluntad de los pueblos, su derecho a existir
A propósito del día del descubrimiento de las Américas o día
de la raza.
En
días pasados autoridades agrarias de diversas comunidades indígenas
de la Montaña Alta de Guerrero se reunieron para manifestar su
Rechazo Total a la reserva de la biosfera que impulsa la SEMAREN
(Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales).
Esta
manifestación podría o no ser considerada voluntad de los pueblos,
podría o no ser considerada la palabra expresa de los pueblos, todo
depende de quién pretenda interpretarla y qué intereses persiga.
Lo
que es innegable es que la manifestación de la voluntad de quienes
han protegido ancestralmente sus territorios y las bondades de la
madre tierra, lo han hecho porque ésa es su cosmovisión, su
devoción religiosa y su forma de vida, entenderlo así es
fundamental.
La
voluntad de los pueblos originarios está basada en los derechos que
les conceden los convenios internacionales y leyes locales, pero
primordialmente se basa en el perpetuo derecho de existir como
pueblos ancestrales, con sus tierras, territorios, cosmovisión, usos
y costumbres. Este derecho a la existencia, debe ser considerado,
respetado y garantizado por todas y cada una de las instancias de
gobierno del Estado Mexicano.
Los
pueblos originarios, dueños de su vida y sus territorios
No
son tiempos de considerar a los pueblos originarios del Estado de
Guerrero como quienes no pueden tomar las decisiones sobre sus
propias vidas y territorios, como aquéllos que no saben, no pueden o
no quieren y no tienen buena voluntad, o que tienen que ser
intermediados o ayudados para lograr que entiendan.
500
años de resistencia a un modelo de vida occidental impuesto, no es
historia de sobrevivencia sino de derecho a existir como saben vivir
y como quieren vivir, y que nadie tiene legitimidad para
arrebatárselo.
¿Desarrollo
o imposición?
El
impulso de un modelo de desarrollo establecido por agentes
internacionales, con sus políticas verdes, donde lo verde es el
nuevo negocio que proveerá de capital a los Estados y empresas
trasnacionales y nacionales, ha ido arribando a territorios cuidados
y custodiados por los pueblos originarios de este país desde tiempos
precoloniales, Guerrero no es la excepción. El impulso a los
diversos proyectos que desde la perspectiva gubernamental propiciarán
desarrollo, alternativas productivas, beneficios, no concuerdan con
un desarrollo o forma de vida concebida por los pueblos y creada a
partir de las decisiones de las propias comunidades indígenas, que
son quienes tienen prioridad para conocer sus necesidades y el modo
sustentable de solventarlas.
¿Consulta
o legitimación?
La
exigencia de los pueblos a lo largo y ancho de toda la Abya Yala
(América), de frente a los gobiernos nacionales y sus megaproyectos
mineros, hidráulicos, eólicos, etc., ha sido la exigencia de su
derecho a ser consultados. Este derecho a la consulta, ha funcionado
de diferentes formas de acuerdo a las legislaciones nacionales. La
consulta en si misma debe ser un instrumento para la toma de
decisiones, y no un procedimiento de legitimación de una decisión
gubernamental previamente tomada.
La
consulta es una práctica original de los pueblos indígenas, en la
que de acuerdo a sus usos y costumbres las decisiones se toman en
Asamblea en pleno, donde las autoridades comunitarias asumen la
voluntad y decisión de los pueblos, no tienen mandato de tomar
decisiones propias a menos que sean coaccionados y/o respondan a
intereses personales, en tal caso las comunidades tienen autoridad
para la remoción inmediata de quién está prestando este servicio.
Las
notas informativas al calce son una pequeña muestra que nos puede
servir para reflexionar, en el caso del proyecto de la reserva de la
biósfera de la montaña de Guerrero, sobre: quiénes toman las
decisiones y cómo quieren imponerlas en el centro mismo de las
voluntades de los pueblos, y el grito real de las comunidades que
exigen ser escuchadas y respetadas en sus decisiones como sujetos de
derechos con voluntad propia.
La
ambigüedad en el proceso del decreto de la reserva de la biosfera
por parte de la instancia gubernamental responsable, es acoso y
provocación, es la manifestación de una forma impositiva que cambia
de modalidad y se viste de buena voluntad y finalmente de víctima
ante quienes defienden su derecho a la existencia.
Es
necesario preguntarnos si ¿permitiremos que la nueva colonización
de nuestro país, de nuestros países de América ricos en recursos
naturales, avance?
El
sur de Acapulco 22 de julio de 2012:
“La
semana pasada, el secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales
(Semaren), Carlos Toledo Manzur se reunió con el rector de la
Universidad Intercultural del Estado de Guerrero (UIEG), Rafael
Aréstegui Ruiz para impulsar la declaratoria de la reserva”.
El
sur de Acapulco 22 de septiembre de 2012:
“Con
este paso que vamos a dar de concretar una reserva de la biosfera,
primera en el Estado que son más de 155 mil hectáreas de seis
municipios, la idea es que se establezcan como una nueva forma de la
voluntad de las comunidades la Meepa y Ñuu Savi” dijo Toledo
Manzur.
El
sur de Acapulco 8 de octubre de 2012 en torno al Foro de Rechazo a la
reserva de biosfera:
“De
acuerdo a información oficial que circuló en la reunión del
sábado, los cinco pasos para la reserva son la elaboración de un
estudio previo justificativo, el cual se encuentra disponible, el
aviso en el Diario Oficial de la Federación (después de una
consulta para informar al pueblo no para preguntar si lo quieren o
no) y solicitud de opiniones a organizaciones sociales, académicos,
instituciones educativas. Un cuarto punto es el manejo de impacto
regulatorio y por último el decreto del presidente de la república
y su publicación en el Diario Oficial de la Federación. En ningún
paso se pregunta a las comunidades si lo quieren o no, aunque en
apariencia no se toquen sus documentos agrarios, ya que el decreto no
necesita permiso de los pueblos.”
Luisa
Guzmán
Equipo
de Procesos Territoriales, Centro de Estudios Ecuménicos, A. C.
Ciudad
de México, 12 de Octubre de 2012.
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