Importancia y
significado de la beatificación de Mons. Romero
en el actual contexto de
pobreza y exclusión de América Latina
“Si muero, resucitaré en el pueblo
salvadoreño”
(Mons. Romero)
Este sábado 23 de mayo de 2015, se lleva a cabo en El
Salvador el acto oficial de beatificación del obispo Oscar A. Romero, quien
fuera obispo de San Salvador de 1970 hasta la mañana del 24 de marzo de 1980,
cuando fue asesinado por fuerzas (para)militares mientras celebraba misa en la
capilla del Hospitalito, trágico desenlace de un ministerio episcopal que lo
llevó del conservadurismo católico institucional hasta la opción social y
política por los pobres y excluidos en el contexto de la dictadura militar instaurada
en su país desde tiempo atrás.
En uno de los más difíciles momentos de la historia
del continente, Mons. Romero se comprometió de manera decidida por la defensa
de las y los pobres y la denuncia de la injusticia, no sólo contra la represión
del gobierno sino también contra el rechazo y abandono de la jerarquía
eclesiástica. Un año antes, el obispo salvadoreño había visitado El Vaticano
con la intención de alertar a Juan Pablo II sobre la situación que se vivía en
El Salvador. El papa se niega a recibir información al respecto y le ordena
regresar a su país y reconciliarse con el gobierno.
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