A
estas fechas muchas familias estarían viviendo en algunas colonias de Iguala,
Chilpancingo, Chilapa, Taxco, Tepecoacuilco, tal vez en otros Estados de la
república o del Exterior. La presa san Juan Tetelcingo estaría a toda
capacidad, el Gobierno Federal estaría exportando electricidad, mientras que
nuestros hermanos de la montaña seguirían igual que ahora sin tener el servicio
de luz eléctrica y, en caso de que lo tuvieran, estarían luchando para que les
rebajaran la tarifa, porque el servicio se les cobraría muy caro como ahora
ocurre. Es decir, nada hubiera cambiado, su miseria seguiría siendo la misma,
sólo que tendrían un problema adicional: no serían dueños de la tierra que
habitara.
Fue
por todo eso que nos organizamos hace ya poco más de veinte años, porque
sabíamos que aceptar vender la tierra, nuestra tierra, era renunciar a nuestra
cultura, a nuestra cosmovisión de mundo y a nuestra forma de vida: de
campesinos pobres íbamos a pasar a ser parias en las ciudades. Hoy, seguimos
siendo pobres, pero al menos la tierra, sigue siendo nuestra. En ese sentido,
consideramos que valió la pena nuestra lucha de defender nuestra tierra, a
pesar de que varios protagonistas de ese movimiento, truncaron o retardaron sus
estudios por defender el territorio.
Por
ello es importante recuperar la memoria para no perder nuestra historia. No se
puede olvidar que caminamos comunidad por comunidad y que los pueblos nos
fuimos encontrando en el camino, realizando múltiples asambleas comunitarias. Recorrimos
los municipios de copalillo, Zitlala, Atenango del Rio, Huitzuco,
Tepecoacuilco, Mártir de Cuilapan y Eduardo Neri. Todas las comunidades dijeron
NO A LA PRESA. Recordamos a los que dieron parte de su vida, jóvenes en ese
tiempo, Sabino Estrada Guadalupe(+), Marcelino Díaz de Jesús, Sixto Cabañas
Andrés, Crispín Vargas Alvarez(+), Pedro de Jesús Alejandro, Celerino García
Vargas, Ángel Cabrera Nájera, Félix Pedro Lázaro, Lucila Ferrer Chino, Cutberto
Policarpo López(+), entre varios; tampoco olvidamos el Apoyo incondicional de Félix
Salgado Macedonio, Guillermo Sánchez Nava, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y
otros; hubo amenazas de muerte contra algunas autoridades y dirigentes más
visibles del movimiento, como el caso del entonces Comisario de Xalitla
Faustino Palacios Remigio que a pesar de la amenaza y ofertas económicas que recibió, siguió su lucha a favor de su
pueblo; al fin de varias movilizaciones, entre marchas, jornadas de información
en carreteras, denuncias nacional y en foros internacionales, la carta abierta
de apoyo del grupo de los cien, hasta una carta al Papa Juan Pablo segundo, en Octubre de 1992 el entonces presidente de
la Republica Carlos Salinas de Gortari, mediante escrito, canceló la
construcción de la presa.
Veintidós
años han pasado y gracias al movimiento del Consejo de Pueblos Nahuas del Alto
Balsas, se tiene una estructura organizativa, se logró la pavimentación de la
carretera de Xalitla a San Francisco Ozomatlán, a punto de concluirse la de
Xalitla-Ahuelican- San Agustin Oapan y la de Mezcala a San Juan Totolcintla;
algunas Escuelas Secundarias, algunas casas de salud, pero hace falta mucho,
como lo dice Anacleto Villegas, hace falta producir la tierra con tecnología
apropiada para convivir en armonía con el medio ambiente.
En la reunión de
autoridades del domingo 21 de octubre pasado, se tomaron acuerdos importantes
como la elaboración de un plan de desarrollo Regional por el Colegio de
Guerrero AC, la gestión para la creación de Escuelas de nivel Bachillerato
Intercultural y la Universidad de Alto Balsas, la gestión de los servicios más
prioritarios para la región.
El Gobierno sigue sin entender su
papel frente a los Pueblos indígenas, quiere despojar de las tierras de
nuestros hermanos de la costa chica para la industria minera, construir la
presa la parota, también quiere los territorios para reservas ecológicas.
Las zonas más boscosas del mundo son
precisamente donde vivimos los indígenas, los mantos acuíferos más grandes y
limpios son los nuestros, los que podemos decir cómo cuidar a nuestra madre
tierra somos los indígenas porque
predicamos con el ejemplo. ¿Cómo quieren enseñarnos a cuidar el media ambiente
si en su entorno solo tienen selvas concreto y pastos sintéticos? Por supuesto,
los pueblos indígenas tenemos el desafío de cuidar nuestro territorio educando
a las nuevas generaciones con una vocación ambiental que tenga como prioridad
el cuidado de nuestros recursos, particularmente, el agua y los bosques.
Necesitamos promover con fuerza una nueva relación ética que asuma una relación
armónica con el medio ambiente. Más allá de las visiones tradicionales y ortodoxas
de la ecología, nosotros proponemos una relación con la naturaleza que esté
sustentada en nuestros valores culturales. En ese marco, pensamos que la
educación es un espacio de gran trascendencia para apoyar esta tarea, siempre y
cuando se cambie la visión escolarizante de la educación. Los pueblos hemos
empezado a tomar conciencia que necesitamos verdaderos educadores, no a quiens
solo fomentan una escolarización que sólo aumenta los rezagos educativos de
nuestras comunidades, ni universitarios que fomentan sólo el turismo académico
y el saqueo de nuestros saberes. Vamos a luchar por una educación diferente que
nos sirva a cambiar nuestras condiciones de vida.
Necesitamos una educación que
contribuya a que nuestros pueblos tengan una vida digna. Esa será la mejor
aportación de nuestra generación a las generaciones que vienen. Una educación
que nos ayude a entender lo que ya hace muchos años dijo el Jefe Seattle al presidente de los Estados Unidos cuando
le propuso comprar sus tierras.
Cada pedazo
de esta tierra es sagrado para mi pueblo. Cada rama brillante de un pino, cada
puñado de arena de las playas, la penumbra de la densa selva, cada rayo de luz
y el zumbar de los insectos son sagrados en la memoria y vida de mi pueblo. La
savia que recorre el cuerpo de los árboles lleva consigo la historia del piel
roja…….
Ustedes
deben enseñar a sus niños que el suelo bajo sus pies es la ceniza de sus
abuelos. Para que respeten la tierra, digan a sus hijos que ella fue
enriquecida con las vidas de nuestro pueblo. Enseñen a sus niños lo que
enseñamos a los nuestros, que la tierra es nuestra madre. Todo lo que le ocurra
a la tierra, le ocurrirá a los hijos de la tierra. Si los hombres escupen en el
suelo, están escupiendo en sí mismos. ….
Lo que
ocurra con la tierra recaerá sobre los hijos de la tierra. El hombre no tejió
el tejido de la vida; él es simplemente uno de sus hilos. Todo lo que hiciere
al tejido, lo hará a sí mismo. ….
La tierra
es preciosa, y despreciarla es despreciar a su creador. Los blancos también
pasarán; tal vez más rápido que todas las otras tribus. Contaminen sus camas y
una noche serán sofocados por sus propios desechos. ……
Este
destino es un misterio para nosotros, pues no comprendemos el que los búfalos
sean exterminados, los caballos bravíos sean todos domados, los rincones
secretos del bosque denso sean impregnados del olor de muchos hombres y la
visión de las montañas obstruida por hilos de hablar.
¿Qué ha
sucedido con el bosque espeso? Desapareció.
¿Qué ha
sucedido con el águila? Desapareció.
La vida ha
terminado. Ahora empieza la supervivencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario