Recordemos el “desarrollo rural”
del Valle del Yaqui en Sonora derivó que las obras de riego
enriquecieran a los agricultores “modernos”-los legítimos herederos del
“Manco” Obregón patriarca del “desarrollo” rural-que proliferaron en la
ciudad que lleva su apellido, mientras los yaquis eran marginados de los
beneficios de la mayor producción de tierras que eran su patrimonio.
Lázaro Cárdenas programó una obra para beneficiarlos; los ingenieros
corruptos, la construyeron en la otra orilla en beneficio de los
“agricultores modernos”. Como singular burla, a su organización los
agricultores poderosos la llamaron “Cajeme”, nombre de un jefe yaqui.
“Megaproyectos” despojadores de los
indígenas, han sido como la anterior todas las presas hidráulicas; han
derivado en el “reacomodo” de grandes grupos…de pobres, naturalmente. En
todo el territorio nacional ha acontecido igual. Oaxaca no es la
excepción: las presas de Temascal y Cerro de Oro, fueron construídas
despojando a los pueblos originales de sus tierras. Los chinantecos en
la región del Papaloapan tuvieron que emigrar a suelos extraños;
Uxpanapa o sur de Veracruz, a trabajar tierras con menor calidad que,
forzados, dejaron. En la presa Cerro de Oro quedaron tierras libres en
el embalse; el agua no subiría tanto. En vez de devolverla a los
indígenas se entregaron a ricos ganaderos de la región, después
burócratas estatales. Doble agresión a los indígenas.
Otro caso fue Huatulco. Empezó
despojando a los pescadores que por decenios usaron las playas para su
sustento. Con promesas múltiples los arrinconaron en “El Zapote”.
Pasaron los años y los escasos servicios los confinaron a la miseria: se
convirtieron en meseros de los grandes hoteles, españoles y de otras
nacionalidades. Ahora, agotadas las bahías huatulqueñas, los modestos
cooperativistas de la playa “Conejos” fueron arrinconados en la de “El
Maguey”. Cuando la avaricia de los extranjeros se amplíe a esta última,
¿adónde irán? Dicen los burócratas y economistas a sueldo que eso es
“desarrollo económico”.
Hace justamente diez años, la empresa
Desarrollo Acuícola Oaxaca Pacífico, apadrinada por Diódoro Carrasco,
pretendió establecer granjas camaronícolas en las costas istmeñas. Los
habitantes de las comunidades lagunarias se organizaron. Dieron fuerte y
talentosa pelea. Casualmente participé en esa experiencia de grata
memoria. El argumento principal que manejé se refería a la aberración de
crear granjas en donde existen de manera natural. Varios ciudadanos
fueron perseguidos, encarcelados injustamente y después de meses,
liberados. Los pueblos triunfaron; se canceló el ambicioso proyecto.
Pero la avaricia de los poderosos no
cejó. Se desató en torno a los “energías renovables” y el uso
productivo de las corrientes de aire regionales. La aprobación original
de “líderes sociales” rezumaban cochecho. Después se inconformaron y
ahora, nuevamente se sujetan al interés de las empresas extranjeras.
Revelan corrupción.
Peor. La anuencia inicialmente pasiva
del gobernador del estado, después activa, al disponer que la fuerza
pública reprima a los pobladores inconformes con los “ventiladorzotes” y
sus consecuencias, además del despojo de sus tierras. El secretario
general de gobierno, ufano, declaró que en la protesta en Álvaro Obregón
había “gente extraña” (¡infiltrados!) y solo 8 o 9 pobladores. Los
mismos “argumentos” de siempre. ¿Cuándo se pondrán a favor del pueblo?
Como cereza del pastel ahora se contrató
a la empresa “Corte Internacional de Arbitraje Ambiental” que regentea
desde hace decenios el hábil Ramón Ojeda Mestre, para proporcionar
asesoría, soporte técnico y ¡balances ambientales!, (¿con qué se come?)
“que armonicen las actividades productivas que realizan las empresas con
el entorno ecológico en el que se desarrollan”. Ojo ¿y los pueblos? O
¿será más importante “Don Entorno Ecológico” que los seres humanos? Don
Ramoncito Ojeda, no sabe de los pueblos.
Varias preguntas. ¿Por qué hasta que se
ha revelado el conflicto social grave que originan las empresas
extranjeras, se contrata asesoría y etc, etc, para “armonizar las
actividades productivas de las empresas”? ¿Por qué hasta que se está
“ahogando el niño huave”, se buscan los servicios de un empresa que
confiesa que viene a “garantizar” la explotación “limpia” de los
recursos de la región?
En España se usan los mismos medios para
generar energía. Pero en zonas altas, en tierras sin uso agrícola o
pecuario. ¿En el Istmo de Tehuantepec? Se construyen destruyendo a los
pueblos, asediándolos con la represión y…elevando el encono y el
conflicto social. ¿Se desatará y quién será el guapo que la detenga?
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