Encuentro Nacional de Mujeres Activistas, Teólogas e Investigadoras
Feministas Deconstruyendo las violencias en México desde una mirada teológica
feminista
“La propuesta, el
proyecto político se enuncia y se construye en movimiento y el movimiento se
mueve mientras se inventa y se construye la propuesta y el proyecto político,
que para que sea o no sea antisistémica depende de su concepción y posición
frente al patriarcado, si se asume que el patriarcado, no es un sistema más
sino “el sistema” de todas las opresiones y que opera articulando estas
opresiones sobre el cuerpo de las mujeres y desde estos cuerpos las reproduce
en la humanidad y la naturaleza, justificando las guerras, la violencia y la
depredación de la naturaleza. Si no se asume esta complejidad del sistema
patriarcal, las luchas y en este caso los feminismos no serán antisistémicos.
Es más fácil la resistencia, la rebeldía, la performance, la bronca, la
protesta, que la responsabilidad de acabar con el sistema, eso es lo difícil.”
Palabras de Julieta Paredes y Adriana Guzmán del libro “El tejido de la
rebeldía” ¿Qué es el feminismo comunitario? Bases para la despatriarcalización.
Desde la mirada
del Movimiento del Feminismo Comunitario en Abya Yala donde mujeres de Bolivia,
Chile, Argentina y México compartimos y analizamos juntas, en la ciudad de
Lima, Perú previo al EFLAC 2014, compartimos lo que fueron nuestras palabras
como movimiento del movimiento de feminismocomunitario de Abya Yala:
“El patriarcado y su sistema del imperio mundo capitalista neo-liberal,
ejerce su dominio colonial a partir del terror como forma de hacer política, -no
es muy distinto en cada uno de nuestros países- desatando y permitiendo todo tipo
de violencias, violencias legitimadas por los Estados, éstas violencias de Estado,
con nuestros pueblos militarizados y paramilitarizados como pretexto de sus
propias violencias generadas, se han encaminado a lograr el despojo de la vida
de nuestro pueblos, despojo de los recursos de nuestros territorios, el despojo
de nuestros cuerpos de mujeres y
nuestras esperanzas, el despojo de los sueños de nuestros hijos e hijas, el
despojo de nuestras formas de vida comunitarias; la consigna colonial de este
capitalismo es la geopolítica del control o el control geopolítico, todo cabe, para
finalmente implementar su capitalismo verde que intenta devorar a la
Pachamama (Madre Tierra), pero también
sostener el sí redituable tráfico de armas, personas, drogas, etc. Una y otra
imposición no se contraponen, y hasta podemos pensar que se complementan, lo
que si es seguro es que se favorecen en el sostenimiento de la voraz economía
capitalista y cada vez más violenta”.
Las
empresas y gobiernos nos han presentado el “capitalismo verde” como algo
positivo para el medio ambiente, el planeta y la mitigación del cambio climático.
Esta estrategia denominada “capitalismo verde” en el trasfondo, no busca otra
cosa que profundizar el modelo de concentración de las riquezas y la
mercantilización de todos los aspectos de vida con un discurso ambiental y de
desarrollo sostenible. Este modelo ha buscado concentrar las riquezas,
mercantilizar espacios de nuestras vidas que hasta ahora no tuvieron precio
como el agua o el aire y afectan de forma negativa a las comunidades y el medio
ambiente.
Como
en el caso de Colombia el gobierno, sus empresas nacionales y multinacionales como
parte de su estrategia de “Capitalismo Verde” han impulsado proyectos
agroindustriales disfrazadas de un discurso de políticas de lucha antidroga,
proyectos de desarrollo sostenible o para desplazados y reinsertados de la
estrategia paramilitar, políticas de restitución de tierras para víctimas y
para la mitigación de los efectos del invierno y de cambio climático, entre
otras, acciones parecidas y de todas conocidas se dan en nuestro país.
La idea
en si misma del Capitalismo Verde, es descabellada, pues hasta el momento no
hay posibilidad de que alguien controle los ciclos ecológicos o naturales, ¿o
si?, sin embargo, no hay vuelta atrás
los organismos internacionales del capital están avanzando en esta lógica de
explotación, esto está bien articulado en todas las agendas de desarrollo y
combate a la pobreza en el mundo, muestra de esto es el salto de los objetivos
del milenio jamás realmente alcanzados a la agenda post 15, que concreta todo
su esfuerzo en el cambio climático, fortaleciendo así las acciones de las
trasnacionales inversoras en el mundo.
Sentimos en
nuestros cuerpos de mujeres, como el sistema de muerte se reposiciona
desesperadamente, y avanza alimentándose de la sangre de nuestros pueblos y
robando la tierra de nuestras ancestras, sentimos en nuestros cuerpos de
mujeres el dolor de nuestras comunidades, de nuestros hermanos, de nuestras
abuelas, de nuestros hijos e hijas, nos desafiamos, nos convocamos a seguir
viviendo la rebeldía que teje sueños y esperanzas de otro mundo que queremos
construir.
Luisa Guzmán
Feminista Comunitaria, México.
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