viernes, 6 de febrero de 2015

Encuentro Nacional de Mujeres Activistas, Teólogas e Investigadoras Feministas Deconstruyendo las violencias en México desde una mirada teológica feminista

Encuentro Nacional de Mujeres Activistas, Teólogas e Investigadoras Feministas Deconstruyendo las violencias en México desde una mirada teológica feminista


México, D.F. 6 y 7 de Febrero 2015.

“La propuesta, el proyecto político se enuncia y se construye en movimiento y el movimiento se mueve mientras se inventa y se construye la propuesta y el proyecto político, que para que sea o no sea antisistémica depende de su concepción y posición frente al patriarcado, si se asume que el patriarcado, no es un sistema más sino “el sistema” de todas las opresiones y que opera articulando estas opresiones sobre el cuerpo de las mujeres y desde estos cuerpos las reproduce en la humanidad y la naturaleza, justificando las guerras, la violencia y la depredación de la naturaleza. Si no se asume esta complejidad del sistema patriarcal, las luchas y en este caso los feminismos no serán antisistémicos. Es más fácil la resistencia, la rebeldía, la performance, la bronca, la protesta, que la responsabilidad de acabar con el sistema, eso es lo difícil.” Palabras de Julieta Paredes y Adriana Guzmán del libro “El tejido de la rebeldía” ¿Qué es el feminismo comunitario? Bases para la despatriarcalización.

Desde la mirada del Movimiento del Feminismo Comunitario en Abya Yala donde mujeres de Bolivia, Chile, Argentina y México compartimos y analizamos juntas, en la ciudad de Lima, Perú previo al EFLAC 2014, compartimos lo que fueron nuestras palabras como movimiento del movimiento de feminismocomunitario de Abya Yala:

“El patriarcado y su sistema del imperio mundo capitalista neo-liberal, ejerce su dominio colonial a partir del terror como forma de hacer política, -no es muy distinto en cada uno de nuestros países- desatando y permitiendo todo tipo de violencias, violencias legitimadas por los Estados, éstas violencias de Estado, con nuestros pueblos militarizados y paramilitarizados como pretexto de sus propias violencias generadas, se han encaminado a lograr el despojo de la vida de nuestro pueblos, despojo de los recursos de nuestros territorios, el despojo de  nuestros cuerpos de mujeres y nuestras esperanzas, el despojo de los sueños de nuestros hijos e hijas, el despojo de nuestras formas de vida comunitarias; la consigna colonial de este capitalismo es la geopolítica del control o el control geopolítico, todo cabe, para finalmente implementar su capitalismo verde que intenta devorar a la Pachamama  (Madre Tierra), pero también sostener el sí redituable tráfico de armas, personas, drogas, etc. Una y otra imposición no se contraponen, y hasta podemos pensar que se complementan, lo que si es seguro es que se favorecen en el sostenimiento de la voraz economía capitalista y cada vez más violenta”.


Las empresas y gobiernos nos han presentado el “capitalismo verde” como algo positivo para el medio ambiente, el planeta y la mitigación del cambio climático. Esta estrategia denominada “capitalismo verde” en el trasfondo, no busca otra cosa que profundizar el modelo de concentración de las riquezas y la mercantilización de todos los aspectos de vida con un discurso ambiental y de desarrollo sostenible. Este modelo ha buscado concentrar las riquezas, mercantilizar espacios de nuestras vidas que hasta ahora no tuvieron precio como el agua o el aire y afectan de forma negativa a las comunidades y el medio ambiente.

Como en el caso de Colombia el gobierno, sus empresas nacionales y multinacionales como parte de su estrategia de “Capitalismo Verde” han impulsado proyectos agroindustriales disfrazadas de un discurso de políticas de lucha antidroga, proyectos de desarrollo sostenible o para desplazados y reinsertados de la estrategia paramilitar, políticas de restitución de tierras para víctimas y para la mitigación de los efectos del invierno y de cambio climático, entre otras, acciones parecidas y de todas conocidas se dan en nuestro país.
La idea en si misma del Capitalismo Verde, es descabellada, pues hasta el momento no hay posibilidad de que alguien controle los ciclos ecológicos o naturales, ¿o si?,  sin embargo, no hay vuelta atrás los organismos internacionales del capital están avanzando en esta lógica de explotación, esto está bien articulado en todas las agendas de desarrollo y combate a la pobreza en el mundo, muestra de esto es el salto de los objetivos del milenio jamás realmente alcanzados a la agenda post 15, que concreta todo su esfuerzo en el cambio climático, fortaleciendo así las acciones de las trasnacionales inversoras en el mundo.

Sentimos en nuestros cuerpos de mujeres, como el sistema de muerte se reposiciona desesperadamente, y avanza alimentándose de la sangre de nuestros pueblos y robando la tierra de nuestras ancestras, sentimos en nuestros cuerpos de mujeres el dolor de nuestras comunidades, de nuestros hermanos, de nuestras abuelas, de nuestros hijos e hijas, nos desafiamos, nos convocamos a seguir viviendo la rebeldía que teje sueños y esperanzas de otro mundo que queremos construir.

Luisa Guzmán
Feminista Comunitaria, México.


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