Pueblos originarios de La
Montaña de Guerrero exigen un alto a la discriminación
y olvido histórico del
Estado Mexicano.
Después de un año del
huracán Ingrid y la tormenta tropical Manuel, los pueblos indígenas y campesino
de la región de La Montaña de Guerrero afectados demandan la reconstrucción de
los medios de vida de sus comunidades afectadas y exigen espacios de diálogo
efectivos y transparentes con las autoridades federales, estatales y locales para
que sus necesidades sean escuchadas y resueltas.
16
de septiembre de 2014
Hoy
se cumple un año del paso del huracán Ingrid y Manuel y las secuelas que dejó para
las y los habitantes son profundas. Parte de las afectaciones que sufrieron
fueron: la pérdida de sus cultivos y unidades de producción de alimento básico,
pérdida de sus animales que forman parte del sustento familiar, daño y/o
pérdida de sus viviendas, la pérdida de sus bienes materiales, afectaciones a
las vías de comunicación, escuelas, casas de salud, y en general los daños a
los medios de sustento comunitarios. La magnitud del fenómeno ha marcado a los
habitantes de la montaña y el temor ante nuevos deslaves o deslizamientos aún
es latente.
A
esto se suma que en el contexto de La Montaña existen de manera estructural
violaciones sistemáticas a los derechos humanos de la población; el olvido
histórico de las políticas públicas, sociales y económicas; el despojo de
tierras por proyectos extractivos y de privatización de la tierra y despojo del
territorio. Así, la Montaña de Guerrero es
uno de los lugares más olvidados del país al que sólo se voltea a mirar por
parte de las autoridades de los tres niveles cuando requieren votos, legitimar
los programas sociales como el Oportunidades y la Cruzada Nacional contra el
Hambre, obtener una fotografía con líderes indígenas, o bien para explotar los
bienes naturales de la región.
El
pasado 13 de septiembre las comunidades de la Montaña de Guerrero salieron a
las calles de Tlapa, Guerrero para que estos hechos no sean olvidados y exigir
que su voz y propuestas sean escuchadas, respetadas y respondidas.
Las
comunidades en conjunto con organizaciones sociales y civiles, se han
organizado, defendido y sobrevivido comunitariamente ante la opacidad e
inacción del gobierno federal, estatal, local y de instancias públicas como
SEDESOL quienes siguieron una política discriminatoria al orientar los
esfuerzos y recursos para la reconstrucción de la ciudad de Acapulco por ser
zona turística y comercial, pero anular a la región de La Montaña y sólo actuar
con dádivas, respuestas tardías y
descontextualizadas.
Quienes
caminamos desde hace tiempo junto con las comunidades de la Montaña de Guerrero,
consideramos que aún cuando el cuarto día se declaró desastre
natural en los 19 municipios de La Montaña de Guerrero, no fue atendida con los
lineamientos mínimos que se establecen para la Ayuda Humanitaria que son de
imparcialidad, neutralidad, humanidad e independencia operacional.
En
este sentido, a un año del paso de Ingrid y Manuel, recordamos algunos de los
agravios contra de las comunidades de la Montaña de Guerrero por parte de
varios representantes del gobierno:
·
Las despensas caducas
encontradas en las oficinas del municipio de Acatepec en uno de los momentos
más críticos de la situación donde se escondían con la intención de hacer
proselitismo.
·
La visita de la titular de SEDESOL
Rosario Robles Berlanga donde en lugar de mostrarse eficiente y sensible ante
la situación, mostró el desprecio, discriminación y enojo ante el reclamo del
Consejo de Autoridades Damnificadas.
·
La inacción gubernamental
para responder ante las necesidades de las comunidades afectadas, y sólo llevar
a cabo intentos fallidos de actuación sin visión humana ni integral de la
problemática.
·
La forma tan ineficiente y
tardía en que se han llevado a cabo las entregas de granos básicos del programa
“Para que llueva maíz en la montaña”; que a un año del desastre humanitario apenas
se llevan 3 entregas de las 6 acordadas entre el gobierno y el CDI, ya que el
Estado mexicano tiene que ser garante de este Derecho a la Alimentación y en estricto apego a los acuerdos con el
Consejo.
·
La reparación de la
carretera de México-Acapulco a un mes del desastre, mientras que en La Montaña
de Guerrero se sigue en la espera del “arreglo” de la carretera de
Tlapa-Marquelia y los cientos de caminos que conectan a las comunidades de los
distintos municipios de la región.
·
Los comedores de la
mediática Cruzada Nacional contra el hambre que se establecieron en las
comunidades no como parte de una atención a la emergencia sino con los mismos parámetros
del resto del país -control político-, y en donde se llevaron alimentos industrializados
que no respondían a las necesidades ni contexto cultural y social de las
comunidades de la región.
Hoy
la preocupación y urgencia es ante las lluvias que regresan a la zona de la
Montaña de Guerrero; las comunidades afectadas no han podido restablecer y
reconstruir la forma de vida comunitaria ni los medios de alimentación. La
vivienda no ha sido restituida, de las casi 5,000 viviendas afectadas, si acaso
un 1% se ha reconstruido, sin embargo, más allá de resolver las necesidades
habitacionales comunitarias, ha abierto una puerta de negocio a empresas de
construcción avaladas por el gobierno. Tal es el caso de las comunidades Unión
de las Peras, Tepeyac o San Miguel Amoltepec el Viejo, donde las pocas
viviendas que se han entregado no cubren con las necesidades de tamaño y
espacios adaptados a sus usos y costumbres, por el contrario han hecho pequeños
cuartos de “block y material”, de 4x5 metros cuadrados, las cuales no cuentan
con los servicios básicos y además se encuentran en las mismas zonas de alto
riesgo que aquellas dañadas.
Algo
tan imprescindible para el verdadero desarrollo de los individuos, también ha
sido dejado de lado, pues las escuelas no han sido reconstruidas. Las
comunidades han tenido que improvisar con lonas y láminas los salones para que
los niños puedan seguir atendiendo sus clases.
Las
organizaciones civiles, comunicadores y ciudadanos abajo firmantes denunciamos:
1.
La opacidad e inacción de las autoridades federales, estatales y locales ante
las necesidades de las comunidades de la Montaña de Guerrero.
2. La Discriminación del que son objeto las
comunidades de La Montaña de Guerrero por parte de las autoridades federales,
estatales y locales que después de un año no exista restitución de los medios
de vida de las comunidades afectadas.
3.- Las comunidades afectadas y en general
las que integran La Montaña de Guerrero están en riesgo latente por las lluvias
en la zona.
Exigimos:
1.- Que ante la gravedad del problema, la
Secretaria de Desarrollo Social responda efectivamente y de manera integral a
las diversas necesidades y peticiones de las comunidades afectadas de La
Montaña para lograr la reconstrucción de sus medios de vida.
2.- La presencia inmediata del delegado de la
Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas CDI para entablar
un diálogo transparente, efectivo y resolutivo con las comunidades afectadas.
3.- Agilizar las cuatro entregas faltantes de
los granos de maíz acorados en el proyecto “Para que llueva maíz en la Montaña”.
4.- La reconstrucción de viviendas con los
materiales adecuados a la región de La Montaña y a sus necesidades sociales y
culturales como pueblos originarios. Además de que se garantice que la
reconstrucción sea en lugares donde no exista el peligro de sufrir nuevas
afectaciones por deslizamientos de laderas o el desborde de los ríos.
5.- La reconstrucción de infraestructura
carretera que comunica a las comunidades de la Montaña de Guerrero.
6.- Información y transparencia de los
recursos federales al servicio de la reconstrucción de las comunidades
afectadas.
7.- El derecho de las
organizaciones que se han sensibilizado con la
problemática de las comunidades afectadas para poder
intervenir e integrarse en la formulación, ejecución y evaluación de las
políticas, programas y acciones del desarrollo social; mediante un
planteamiento ante la Ley Federal de
Desarrollo Social.
Organizaciones:
CEAAL (Consejo de Educación Popular de América Latina y el Caribe), CEDICAR
(Centro de investigación y capacitación rural), Centro de Estudios Ecuménicos,
A.C., CEP- Parras, CIPOG- EZ (Consejo Indígena y Popular Guerrero- Emiliano
Zapata, Centro de Derechos Humanos Indígena Flor y Canto A.c., Comité de
Derechos Humanos- Cerro del Judío “Justicia y Paz” -Colectivo Voces de la
Tierra, Comunidad teológica, Comunicación para el desarrollo comunitario, Consejo
Tiyat Tlalli, Cooperación comunitaria México, A.C., COPEVI A.C., Cultura Joven
A.C., ENLACE, Comunicación y Capacitación A.C., Fundación Don Sergio Méndez Arceo,
Instituto Maya, IMPEC, Iniciativa Ciudadana y Desarrollo Social A.C. (INCIDE),
Iglesias por la paz, Los pueblos de América Latina A.C., SERPAJ, SEDEPAC, Unitierra
Puebla.
Personas:
Clara Jusidman, Carmen Santiago, Guillermo Villaseñor, Juan Machín, Laura
Herlinda Hernández, Lizbeth Guzmán García, María Yolanda Barrón, María de Jesús
Zamarripa Guardado, Maribel Cárdenas Moreno, Oscar Arnulfo, Pilar Puertas,
Pietro Ameglio, Rafael Reygadas, Ricardo Blanco Beledo, Silvia Conde , Tania Palacio.
Radios
comunitarias y medio de comunicación alternativas: Red de comunicadores
comunitarios indígenas de la Montaña de Guerrero, Radio comunitaria Naxme, Radio
comunitaria de la policía comunitaria “La voz de los pueblos” , Radio tachiñu
itia ta´nu “la voz del pueblo de Metlatonoc”, Radio Zapata, SICSAL MEX
(Servicio internacional cristiano de solidaridad), Periódico La Luciérnaga
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